Tratando el tema de lo mucho que ha evolucionado hoy en día la cirugía y la medicina, ha resurgido en mí el recuerdo de una buena amiga mía que nos abandonó en plena juventud hace ya algunos años. Parece que estoy viendo su melenita negra, sus grandes ojos oscuros y, sobre todo, aquella sonrisa tan dulce que siempre la acompañaba. Todas las pequeñas cosas significaban mucho para ella. Ir de compras, al cine...Parece que quería aprovechar bien cada momento quizá sabiendo que no tendría una vida muy larga. Había nacido con una malformación en el corazón. Desgraciadamente, en aquel entonces no tenía posibilidades de curación. Sus padres y su hermano la adoraban. Era una gran persona, llena de ilusiones y sin perder nunca la esperanza. Una buena amiga. Los últimos años de su vida fue feliz. Hasta ella llegó el amor de un buen hombre que se enamoró de ella. El sabía que podía perderlo todo en cualquier momento pero nada le importó porque deseaba estar junto a ella , permanecer a su lado apoyándola siempre. Pero llegó el fatídico día en que todo se desmoronó. Seguro que al marcharse no perdió la sonrisa. Pienso que tal vez ahora esos grandes cirujanos que salvan tantas vidas, te hubieran salvado a tí también... No lo sé. Pero, fíjate, a pesar de tantos años, no te hemos olvidado. Eras demasiado joven y contigo te llevaste un montón de ilusiones, un sinfín de proyectos. Menos mal que llegaste a conocer la felicidad,aunque fuera por poco tiempo. Espero que mi recuerdo cariñoso suba hasta ese lugar que dicen maravilloso llamado cielo. Si eso es verdad, tú tienes que estar ahí.
